«No vamos a permitir que ningún ciudadano extranjero afecte nuestra tranquilidad. Hemos respetado su participación dentro de las marchas. Les hemos tendido la mano a aquellos, que como el pueblo venezolano, lo han necesitado», afirmó Krüger Sarmiento, según un comunicado.
Y agregó que «lo que no vamos a tolerar, es que un grupo de desadaptados venga a afectar la seguridad de nuestras ciudades, generando, de paso, brotes de xenofobia, con estas acciones, ya que dañan el nombre de aquellos venezolanos que vienen trabajando por un mejor país».
Los 59 ciudadanos venezolanos fueron expulsados el lunes por el municipio de Puerto Carreño, donde la comunidad atacó a las autoridades, según informó Migración Colombia.
«El procedimiento de expulsión se cumplió de acuerdo a los protocolos establecidos por parte de la autoridad migratoria colombiana, respetando los derechos y garantizando el buen trato a cada uno de los extranjeros, tal y como consta en las actas firmadas por ellos», dijo la autoridad en un comunicado.
Los venezolanos fueron conducidos en bote hacia la población de El Burro, en el estado de Apure, en Venezuela.
El procedimiento estuvo articulado entre Migración Colombia, la Policía Nacional, la Fuerza Aérea de Colombia, la Armada y el Ejército Nacional.
