Raúl Castro quiso “despejar dudas” sobre su cercanía a Estados Unidos y ha retomado su verbo explosivo, usado en los años de tensiones contra Norteamérica un mes después del histórico acercamiento entre ambos países anunciado el 17 de diciembre pasado.
En sus declaraciones en la III Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), exigió a Norteamérica poner fin al bloqueo contra la isla para avanzar hacia la normalización de relaciones; y aclaró que no aceptará ninguna presión de los Estados Unidos en asuntos internos.
“El establecimiento de relaciones diplomáticas es el inicio de un proceso hacia la normalización de las relaciones bilaterales pero estas no será posible mientras exista el bloqueo”, dijo Castro en su discurso ante el plenario de la Cumbre de la CELAC, que se celebra en la provincia de Heredia, Costa Rica.
“El problema principal no ha sido resuelto, el bloqueo económico, comercial y financiero, que provoca enormes daños humanos y económicos y es una violación del derecho internacional, debe cesar”, agregó.
Pedido a Obama
Para Castro, el camino para el desbloqueo será largo difícil, por lo tanto pidió al presidente Barack Obama utilizar con determinación sus amplias facultades ejecutivas para modificar sustancialmente la aplicación del bloqueo, aún sin la decisión del Congreso de levantarlo.
En sus diatribas contra el imperio, Castro dejó claro que su país no cederá «ni un milímetro» de su soberanía en las negociaciones que buscan normalizar las relaciones con los Estados Unidos y llamó de fracasadas las políticas norteamericanas hacia su país.
«No se debe pretender que Cuba tenga que renunciar a sus ideales de independencia y justicia social, no vamos a ceder ni un milímetro en la defensa de la soberanía nacional”, dijo Castro, quien sentenció que “no aceptaremos ninguna presión de los Estados Unidos en asuntos internos».
Sin concesiones
«Como he afirmado reiteradamente, Estados Unidos y Cuba debemos aprender el arte de la convivencia civilizada basada en el respeto a las diferencias y la cooperación en temas de interés común (…)”, y defendió “el principio de no injerencia en los asuntos internos de un país y el derecho inalienable de cada pueblo a elegir su propio sistema político», mencionó.
Castro expresó apoyo en la lucha de líderes de izquierdas de la región reunidos en Costa Rica. Defendió la lucha independentistas en Puerto Rico, respaldó a la “revolución bolivariana” en Venezuela y criticó la lucha armamentista de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.
Esta III cumbre de este organismo dará un espaldarazo al diálogo EEUU-Cuba en busca de normalizar relaciones, según el vicecanciller costarricense Alejandro Solano, quien ve en este respaldo “el elemento más novedoso que puede darse en este proyecto de declaración».
“(La CELAC) hace un llamado, con una especie de espaldarazo al presidente Obama, para que continúe con las medidas administrativas que está impulsando, para que haya un pronta normalización en las relacione entre los Estados Unidos y Cuba», dijo Solano.
Cuba ha jugado un papel preponderante en el acercamiento de la CELAC con China, país que ha prometido una línea de crédito por 35.000 millones de dólares para la región.
Visita histórica
Castro fue el primero en llegar a Costa Rica para esta cumbre. Lo hizo la mañana del martes en un vuelo privado, vistiendo saco oscuro y corbata, acompañado de su hijo mayor y su nieto.
Su llegada se convirtió en un hito para el país porque es el primer presidente cubano que llega a Costa Rica desde la revolución de los Castro hace más de 50 años, a pesar del restablecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países en el año 2009.
Fue recibido por la vicepresidenta de Costa Rica, Ana Helena Chacón y un grupo de estudiantes ticos que portaban la bandera cubana. A Castro lo acompaña su canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
El líder cubano se mueve en Costa Rica con agenda secreta, dado que el gobierno tico ni la embajada cubana han brindado información sobre sus actividades. Su llegada tomó por sorpresa a los medios de comunicación. Inicialmente se anunció el arribo para la noche del martes, pero ocurrió antes de las 11 de la mañana de ese mismo día.
