Tarek El Aissami es el segundo de cinco hermanos de una familia de origen sirio-libanesa que llegó a Venezuela para buscar un futuro mejor. Nació en El Vigía, Mérida, el 12 de noviembre de 1974 y creció en el seno de una casa humilde.
Tras terminar el bachillerato, estudió abogacía y criminología en la Universidad de Los Andes, casa de estudios donde conoció al profesor Adán Chávez, hermano del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez. Fue allí donde comenzó a relacionarse con el ex mandatario.
La información dada a conocer por el periódico estadounidense The Wall Street Journal –que publicó esta semana los nexos de la cúpula gobernante de Venezuela con el narcotráfico y, más específicamente, con la distribución de cocaína– incluye, además de a Diosdado Cabello, a un grupo de figuras de alto rango del régimen.
Uno de ellos es, justamente, Tarek el Aissami, actual gobernador del estado de Aragua. Y no es poca la influencia que este dirigente ha ganado en los últimos años dentro del chavismo.
Según publica El País, Al Aissami sedujo a Hugo Chávez con su radical manera de expresar el apoyo a la «revolución bolivariana» y su militancia en la Universidad de Los Andes, foco de disputas universitarias entre sectores que apoyan y confrontan con el gobierno.
El ex mandatario necesitaba «caras nuevas» que ofrecieran una imagen distinta del chavismo y es por eso que no dudó en sumarlo a su gabinete en 2007. El Aissami se desempeñó como viceministro de Seguridad Ciudadana y luego reemplazó a su jefe inmediato, Ramón Rodríguez Chacín, en el Ministerio del Interior y Justicia, cargo que desempeñó hasta 2012.
En esos tiempos donde comenzó a deteriorarse la salud de Chávez, El Aissami comenzó a acumular cada vez más poder dentro de las filas de su partido (es vicepresidente de la región centro-occidental del Partido Socialista Unido de Venezuela) y también a nivel nacional.
El diario español agrega que durante esos años El Aissami presumió de entregar a sus países de origen a la mayor cantidad de capos colombianos de la droga.
EL NARCOTRAFICANTE MAKLED CONFESÓ QUE ÉL LE PAGABA A EL AISSAMI PARA ENVIAR CARGAMENTOS A TRAVÉS DE VENEZUELA
El escándalo que marcó su gestión fue la captura del narcotraficante venezolano Walid Makled, atrapado en Colombia y extraditado después de varios meses a Venezuela. En el intervalo ofreció entrevistas a funcionarios de la DEA y fue entrevistado por periodistas interesados en la trama delcártel de los Soles. Makled confesó que él le pagaba al ministro El Aissami para enviar cargamentos a través de Venezuela.
La acusación de Makled carece de valor para el gobierno venezolano por su condición de delincuente sentenciado a 14 años de prisión, pero tiene un valor para Estados Unidos. Sus declaraciones concuerdan con otras fuentes que, en ese país, han señalado que El Aissami entregó a Makled porque mantenía una deuda derivada del negocio de la droga.
La investigación de Estados Unidos
La causa, que involucra acusaciones de lavado de dinero y tráfico de droga, está siendo gestionada por la Administración de Control de Drogas (DEA), y se centra -además de en El Aissami y otros chavistas de alto rango- en uno de los políticos más poderosos de Venezuela, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
Según lo que publicó The New York Times, aún no está claro lo que planean hacer los fiscales con la evidencia. Los Estados Unidos y Venezuela han tenido durante mucho tiempo tensas relaciones, por lo que es poco probable que las autoridades de Caracas entregaran a líderes de alto perfil si se presentaran cargos en su contra.
Los fiscales, sin embargo, podrían hacer que sea difícil para cualquier persona implicada el poder viajar. Asimismo se podrían congelar sus activos en el exterior.
«SI LOS SEÑORES QUE ME ACUSAN PRESENTAN UNA PRUEBA, CONDÉNENME», DIJO DIOSDADO CABELLO
La noticia de la investigación fue publicada en primera instancia por el diario The Wall Street Journal el lunes. «Si mañana estos señores que me acusan presentan una prueba, condénenme«, dijo Cabello en la televisión venezolana el martes, mientras estaba rodeado de otros legisladores de la Asamblea Nacional.
El artículo del Wall Street Journal cita a 12 fuentes no identificadas del gobierno estadounidense y señala que la investigación podría incluir un pliego de cargos, pero que la información no se haría pública hasta que no haya un arresto.
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