se manifestó «profundamente preocupado» este sábado tras la promulgación de una nueva ley por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, que permite prohibir las actividades de las ONG extranjeras instaladas en Rusia consideradas como «indeseables» por el Estado.
«Nos preocupa que este nuevo poder restrinja cada vez más el trabajo de la sociedad civil en Rusia y es un ejemplo más de la creciente represión del gobierno ruso a las voces independientes y de los pasos intencionales para aislar al pueblo ruso del mundo«, dijo la portavoz delDepartamento de Estado, Marie Harf, en un comunicado.
Según la controvertida ley, aprobada esta semana por el parlamento ruso, las autoridades pueden prohibir la actividad de ONG extranjeras y enjuiciar a sus empleados, que podrán ser condenados a penas de hasta seis años de cárcel o ser expulsados del país.
La decisión rusa ha sido ampliamente condenada por organizaciones de defensa de los derechos humanos; algunos críticos han señalado además que los términos vagos de la ley podrían permitir a las autoridades perseguir empresas extranjeras instaladas en Rusia.
«SEGUIMOS PREOCUPADOS POR LAS CRECIENTES RESTRICCIONES A LOS MEDIOS INDEPENDIENTES, LOS GRUPOS MINORITARIOS Y LA OPOSICIÓN»
«Seguimos preocupados por las crecientes restricciones a los medios independientes, la sociedad civil, los miembros de grupos minoritarios y la oposición política», señaló también Harf en el comunicado.
«Los rusos, como la gente de todo el mundo, merecen un gobierno que respalde un mercado abierto de ideas, una administración transparente y responsable, tratamiento igualitario por ley y laposibilidad de ejercer sus derechos sin miedo a represalias«, añadió.
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