Tanto su esposa Vanessa Bryant y su representante, Rob Pelinka, presentaron una documento para solicitar que una parte de los 550 millones de dólares que dejó como patrimonio el exjugador del conjunto de Los Ángeles también le correspondan a su última hija, la pequeña Capri, que nació hace nueve meses y no estaba incluida aún en el testamento.
La esposa de Kobe alega que en su solicitud que la voluntad del exescolta siempre fue velar por el bienestar de sus hijas y que estás no tuvieran ningún problema en el futuro por falta de dinero. Bryant quería que todas ellas disfrutaran de todo el dinero que él había acumulado en su carrera como jugador.
Aunque el testamento se modificó en varias ocasiones, desde su creación en el 2003, con cada nacimiento de sus hijas, nunca se imaginó que sucedería una tragedia que no le permitiera agregar a su hija más pequeña, que apenas nació en junio de 2019. La solicitud ya está en proceso y al ser evidente que el deseo de Kobe siempre fue darle lo mejor a su esposa y a sus hijas, no es de extrañar que las cosas marchen a la perfección.
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