La joven de 23 años ganó con un gran salto de 15.37 metros, solo cuatro centímetros menos que el segundo salto más largo en la historia que produjo en España el mes pasado.
Shanieka Ricketts de Jamaica se llevó la plata con 14.92 metros y la colombiana Caterine Ibarguen, campeona olímpica y hasta hace poco rival más cercana de Rojas, fue tercera con 14.73.
Rojas es el único venezolano que ha ganado un título mundial de atletismo y dijo que esperaba que su éxito fuera una inspiración para su país, que está sumido en una crisis política y económica que ha provocado que unos cuatro millones de ciudadanos abandonen el país.
«Lucho, por mi país, para elevar el perfil de Venezuela en el mundo y creo que la gente está agradecida por lo que hago», dijo a los periodistas.
«Me alegra que traiga algo de felicidad a mi país y que los niños estén influenciados por mí y cada día los niños me vean como un ejemplo … un ejemplo de que el país puede avanzar».
Rojas, que entrena en España con el ex saltador cubano Ivan Pedroso, dijo que quería intentar batir el récord mundial de 15,50 metros establecido por la ucraniana Inessa Kravets en 2015 y ganar el oro olímpico el próximo año.
«Es algo que tengo en mente», dijo. “He avanzado mucho, estoy muy cerca pero soy muy joven, tengo un largo camino por recorrer. Tengo que trabajar duro el próximo año y mejorar centímetro a centímetro ”.
Rojas rápidamente estableció una ventaja con un salto de 14.87 en la primera ronda, pero había más por venir. Ella mejoró eso con 15.37 en el segundo y fue 15.18 con su cuarto intento.
