«Estoy orgulloso de haber salvado la economía», aseguró el presidente estadounidenseBarack Obama en una entrevista difundida hoy en el programa «GPS» de la cadena CNN en referencia a la aguda crisis de 2008, que pudo haber provocado un crack financiero como el de los años 30. El mandatario, a quien le quedan dos años en la Casa Blanca, respondió así a la pregunta sobre los que consideraba los mayores éxitos de su administración.
Obama reconoció, no obstante, que todavía hay «un largo camino para recorrer», pero que la estabilización económica lograda en los últimos años «ha sentado las bases para avanzar». «De este modo, ahora tenemos la capacidad de encarar lo que era el tema fundamental de mi campaña en 2008, y ése es restaurar la economía basada en la clase media y la capacidad de la gente para ingresar en la clase media», agregó.
EN 2014, LA TASA DE DESEMPLEO CERRÓ EN EL 5,6%
Los últimos datos han reflejado la consolidación económica en los Estados Unidos, con una tasa de desempleo que cerró 2014 en el 5,6 por ciento, la más baja desde junio de 2008, y un crecimiento en el cuarto trimestre de 2014 a un ritmo anual del 2,6 por ciento. Esta cifra, todavía provisional ya que es la primera de las tres estimaciones, supone una ligera desaceleración tras el avance del 5% en el tercer trimestre de 2014, el mayor registrado en una década.
Por otro lado, Obama tiene previsto presentar este lunes su proyecto presupuestario para el año fiscal 2016, que contempla elevar el gasto público y una reforma tributaria para que los más ricos paguen más impuestos, dos propuestas rechazadas tajantemente por los republicanos. Desde hace años, los proyectos presupuestarios del presidente estadounidense encuentran trabas en las Cámaras parlamentarias, que ahora además son controladas por la oposición.
En un artículo publicado esta semana por The Huffington Post, Obama explicaba que su presupuesto «revertirá completamente» los recortes automáticos del gasto público, conocidos como «secuestro», que entraron en vigor en marzo de 2013 para reducir el déficit. Esos recortes, valorados en 1,2 billones de dólares hasta 2023, afectaron a muchos programas sociales del Gobierno y, en particular, al presupuesto del Pentágono.
De acuerdo con la Casa Blanca, Obama solicitará en su plan un incremento de 74.000 millones de dólares para gasto discrecional, lo que representa un aumento del 7% sobre los niveles fijados por esos recortes. Obama quiere incrementar el gasto en defensa, algo que sí apoyan los republicanos dado que el país sigue presente en Afganistán y está inmerso en una campaña militar contra los yihadistas del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en Irak y Siria.
Pero los conservadores no respaldan la intención de Obama de gastar más dinero público en salud y educación y, de hecho, amenazan con usar su mayoría en el Congreso para aprobar leyes que desmantelen la reforma sanitaria del presidente y sus medidas ejecutivas para regularizar a 5 millones de inmigrantes indocumentados. Lo que también se ha topado desde hace años con el rechazo frontal de los republicanos es la idea de Obama de llevar a cabo la reforma tributaria.
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