“No me imaginaba esto jamás, tengo la piel erizada”, decía un emocionado Omar López, manager de la tribu y con el título en la mano en apenas su primera experiencia como estratega en la LVBP. “Ahora vamos a Puerto Rico”
La alegría destellaba entre los asistentes que provinieron de todos puntos del área metropolitana del estado oriental.
“Era magallanera hasta que me convertí a fanática de Caribes en su primera temporada”, decía Yenitza Ceballos, residente del populoso sector portocruzano. “No podía dejarlos de acompañar en esta ocasión tan importante, este campeonato nos hace sentir muy felices”.
Los peloteros indígenas recorrieron las calles de la ciudad en un camión descapotado que los llevó a un contacto directo con la multitud.
Niuman Romero, Balbino Fuenmayor, Oswaldo Arcia y Alexi Amarista encabezaban al grupo de peloteros, mientras que Félix Pérez también saltaba exultante.
En el estadio, un grupo de amigos aprovechó para picar la torta de cumpleaños a Magglio Ordóñez, quien celebraba la fecha con un regalo muy especial: el segundo título de su franquicia en la LVBP.
Dentro de las oficinas del coso portocruzano, el personal gerencial y de viajes de Caribes trabajaba contra reloj para preparar el visado y papeleo de los jugadores y personal del equipo que viajará a San Juan para participar en la Serie del Caribe.
Para los asistentes, no había sin embargo mayor preocupación que ver y tomarse fotos con sus peloteros preferidos. Un fuerte dispositivo de seguridad estaba preparado para evitar cualquier inconveniente.
La celebración se extendió hasta entrada la noche, con grupos musicales y un sonoro calipso, indicativo de la cercanía del Carnaval.
