Más allá del decreto del presidente Alberto Fernández que establece el aislamiento social para todas y todos los habitantes de Argentina, está claro que es muy importante el compromiso de los cuidadanos para que el coronavirus no se propague.
Y, en este sentido, son muchos los casos de irresponsabilidad social. Uno de los más llamativos fue el que se dio en Buquebús, donde un argentino obligó a 400 personas a quedar en cuarentena en distintos hoteles de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Qué pasó? Un joven de 21 años que llegó a Uruguay proveniente de Holanda, identificado luego como Luca Singerman, quedó en observación en el Hospital de Clínicas de Montevideo tras presentar síntomas similares a los del COVID-19. Después de pasar unas horas en observación, se retiró sin haber recibido el alta y sin siquiera conocer el resultado de los análisis que le realizaron.
De ahí, este irresponsable se fue al puerto y se tomó un buque de la empresa Buquebús, que al enterarse de esta situación comunicó por altoparlante a los pasajeros lo que sucedía y advirtió que al llegar a Buenos Aires no podrían desembarcar.
Los alrededor de 400 pasajeros permanecieron casi tres horas a bordo del ferry hasta que fueron trasladados a distintos hoteles porteños donde permanecerán en aislamiento sanitario.
Según algunos testimonios, Singerman habría recibido el resultado positivo de COVID-19 arriba del barco y le habría informado de esto al capitán.
El joven fue imputado y la empresa Buquebús suspendió las operaciones “por tiempo indeterminado”. En tanto, C5N confirmó que La Ciudad demandará al joven por 700 mil dólares, lo que cuesta el operativo para poner a 400 personas en cuarentena, y además se enfrenta a 15 años de prisión.
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