Cinco ministros, encabezados por la vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel De Saint Malo de Alvarado, se reunirán hoy en la Comarca Ngäbe Buglé con los indígenas que exigen la cancelación del proyecto hidroeléctrico Barro Blanco, que tiene un 95 % de avance, de capital hondureño.
Un comunicado del Ministerio panameño de Relaciones Exteriores indica que la comisión de alto nivel, formada por el presidente panameño, Juan Carlos Varela, el pasado 19 de enero, buscará hoy «consensos enfocados en los intereses nacionales tomando en cuenta las necesidades legítimas de los grupos de la comarca».
La comarca de los ngbe buglé, la etnia aborigen más numerosa en Panamá, está a ocho kilómetros al norte del área de construcción de la nueva presa, en el distrito occidental de Tolé, pero el lago que forme el embalse afectará unas 6 hectáreas de las denominadas «áreas anexas» del territorio ancestral.
Además, en el lecho del río Tabasará, que alimentará la presa, está un petroglifo precolombino que sirve de culto principal de la iglesia sincretista Mama Tadta, que siguen numerosos ngbe buglé, y que quedará permanentemente cubierto de agua cuando el lago se forme.
Los indígenas de la comunidad Kiad y los integrantes del Movimiento 10 de abril (M-10), que se oponen más radicalmente a esta obra, son los que se han reunido desde el miércoles pasado a orillas del río Tabasará con una Comisión Técnica del Gobierno de Panamá para intercambiar posiciones y peticiones en torno al tema.
«Luego de los encuentros, una comisión integrada por dirigentes de la comarca entregó un pliego de peticiones para iniciar un proceso de conversaciones y acuerdos», detalla la Cancillería.
Este pliego de solicitudes, añade, fue enviado por los integrantes de la Comisión Técnica a De Saint Malo de Alvarado.
La vicepresidenta, a su vez, remitió el pliego a los ministros de Seguridad, Rodolfo Aguilera; de Gobierno, Milton Henríquez; de Trabajo y Desarrollo Laboral, Luis Ernesto Carles y de la Autoridad Nacional del Ambiente, Mirei Endara, quienes también integran la Comisión de Alto Nivel.
Los indígenas panameños se oponen al desarrollo de la minería y de las hidroeléctricas en territorios que son parte de su comunidad porque lo consideran un atentado a su supervivencia.
La hidroeléctrica Barro Blanco, en la comunidad de Tolé, es construida sobre el río Tabasará por el consorcio hondureño Generadora del Istmo S. A. (Genisa) y tiene un avance del 95 %.
Genisa ha dejado en manos del Gobierno y la ONU la solución al contencioso, pues los indígenas rechazan hasta una compensación económica y de tierras cultivables por el uso de las 6 hectáreas, según ha explicado a Acan-Efe uno de sus ejecutivos.
El pasado 23 de enero la cacique suplente Ngbe Buglé de la región Kodriri, Clementina Pérez Jiménez, exigió al presidente Varela presentarse a orillas del río Tabasará el próximo 10 de febrero para explicarle porqué debe anular a la empresa hondureña Genisa la concesión para hacer la hidroeléctrica.
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