¿Misionero? ¿Un simple aventurero?
La historia del joven estadounidense John Allen Chau dio la vuelta al mundo esta semana.
Chau falleció en las islas del archipiélago Andamán y Nicobar del Océano Índico tras ser atacado por una tribu, informaron las autoridades locales.
Varios pescadores que llevaron al hombre a la isla Sentinel del Norte aseguran que los miembros de la tribu lo mataron con arcos y flechas y y luego abandonaron su cuerpo en la playa.
Pero, ¿qué se sabe de este joven?
Diversos medios de Estados Unidos le presentaron como un misionero cristiano. Él se describía a sí mismo como un aventurero; una persona con ganas de descubrir el mundo.
«Me encanta explorar»
Chau tenía 26 o 27 años, según la fuente; y era originario del estado de Alabama, en el sur de EE.UU.
El joven colaboraba con el portal Outbound Collective, que recoge historias de viajeros, y en ese foro habló sobre sus intereses y su vida hace cuatro años.
«Ya sea hacer trekking por densos bosques vírgenes cerca del río Chilliwack (en la frontera entre EE.UU. y Canadá), encontrar una cascada en la selva de Andamán o simplemente vagar por una ciudad para sentir sus vibraciones, soy explorador de corazón«, explicaba.
Por entonces, comentaba que tenía varios trabajos: entrenador de fútbol y ayudar en una ONG llamada «Más que un juego», en la que utilizaban este deporte para «dar normalidad a las vidas de niños refugiados alrededor del mundo».
Chau recordaba que comenzó a sentir esa necesidad de conocer otros mundos desde muy pequeño, cuando jugaba con su hermano con lanzas creadas por ellos mismos con palos.
«Desde entonces, el exterior ha sido mi casa».
Chau dijo que le había inspirado el médico, explorador y misionero británico David Livingston y Jesús.
El joven señaló a la publicación que su próximo objetivo era volver al archipiélago Andamán y Nicobar: «¡Hay mucho por ver y hacer allí!»
La polémica visita
Según medios locales, Chau fue asesinado por una tribu sentinalesa después de que sobornara a pescadores para que lo llevaran a la isla de forma ilegal.
Al parecer, los pescadores le acercaron a la isla y el último tramo lo realizó en canoa.
El contacto con las tribus de Andamán, que están en peligro de extinción y viven en aislamiento del mundo, es considerado ilegal debido al riesgo de que los visitantes porten enfermedades externas.
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Las autoridades explicaron que los isleños habían vivido aislados durante casi 60.000 años y por tanto no tenían desarrollado un sistema inmunológico que les protegiera de enfermedades comunes como la gripe o el sarampión.
El grupo activista Survival International, que defiende los derechos de este tipo de comunidades, advirtió que Chau podría haber pasado gérmenes «con el potencial de acabar con la tribu entera», formada por entre 50 a 150 personas.
«La policía dijo que Chau había estado previamente en la isla Sentinel del Norte cuatro o cinco veces con la ayuda de pescadores locales», señaló el periodista Subir Bhaumik, que ha cubierto las islas durante años, en declaraciones al servicio indio de la BBC.
El director de la policía de Andamán y Nicobar, Dependra Pathak, dijo que Chau había hecho esos viajes con una canoa desde el 15 de noviembre. En ellos, contactó con el tribu pero volvió a su barca.
No obstante, en una nueva visita, el joven comentó a los pescadores que le ayudaron que no volvería de la isla y les dijo que volvieran a casa y dieran unas notas que había escrito a un amigo, informa la agencia Reuters.
A la mañana siguiente, vieron su cuerpo siendo arrastrado por la playa y enterrado en la arena, explicó el director de la policía.
«Fue una aventura fuera de lugar en una área fuertemente protegida», manifestó.
Una fuente con acceso a las notas que escribió Chau explicó que el joven había llevado consigo tijeras y un balón de fútbol como regalos, según Reuters.
En esas notas, Chau escribió que algunos miembros de la tribu se portaron bien con él pero otros eran muy agresivos.
«He sido muy amable con ellos. ¿Por qué están tan enfadados y son agresivos (conmigo)?», señaló la fuente citando a Chau.
Esa misma persona, que no quiso revelar su nombre, aseguró que el joven estadounidense escribió que hacía lo que hacía «para implantar el reino de Jesús en la isla… No culpen a los indígenas si me matan», recoge Reuters.
En un comunicado, la policía anunció la apertura de una investigación sobre su muerte tras ser contactados por el consulado estadounidense en la ciudad sureña india de Chennai. Los pescadores que ayudaron a Chau fueron arrestados.
Pathak dijo que un barco de la Guardia Costera con agentes de policía y expertos en la tribu en cuestión partieron hacia la isla para explorar el territorio y trazar un plan para recuperar el cuerpo del joven.
«El mejor amigo»
En la cuenta de Instagram que lleva el nombre de Chau, su familia publicó un comunicado en el que se refieren a la «noticia no confirmada» de su muerte.
«Las palabras no pueden describir la tristeza que nos ha producido esta noticia».
«Para nosotros, era un hijo querido, hermano, primo; y el mejor amigo. Para otros, era un misionero cristiano, un paramédico especializado en atención en la naturaleza, un entrenador internacional de fútbol y un alpinista», señalan.
«Amaba a Dios, la vida, ayudar a aquellos que lo necesitaban, no tenía otra cosa que amor por los sentineleses».
La familia asegura que ha perdonado a aquellos que supuestamente le arrebataron la vida y transmite una petición: que no se persiga a los ciudadanos locales que ayudaron a Chau en su última expedición.