«En este acto, al que los estamos invitando, le estaremos dando un abrazo simbólico a todo el pueblo uruguayo. Le estaremos diciendo gracias a nuestros compatriotas por habernos acompañado en estos cinco años y pidiendomáxima colaboración para el próximo Gobierno entrante«, dijo el presidente de Uruguay, José Mujica, en su recién estrenada página web.
En un protocolario acontecimiento, de corte militar, al que acuden multitud de representantes institucionales, se arría la bandera uruguaya que ondeó en la sede de la Presidencia bajo el mandato que va a finalizar y se le entrega simbólicamente al gobernante saliente.
«Es una ceremonia institucional a la que asistiremos con hondo sentido republicano y como debe ser: con proverbial sencillez, porque es la mejor manera de homenajear a la nación», explicó el mandatario en una de sus recientes audiciones radiofónicas.
Sin embargo, días después, con la idea de «mirar hacia adelante, no para atrás», el presidente pidió que no se hiciera tal reconocimiento.
En su opinión, el arriado de la bandera nacional en realidad «no es un homenaje» de la gente al Gobierno que se va, sino «un reconocimiento del Gobierno al pueblo simbolizado en la gente que allí esté».
«Quiero recordar que es institucional y protocolar y por lo tanto simboliza en los deberes de Presidencia el hecho de la entrega final del pabellón, que se ejecuta al Gobierno en pleno cuando Este se va. Esto es una rutina, no es un invento nuestro, hay que cumplirlo«, dijo Mujica.
«Obviamente que ese día tendremos que estar, entre otras cosas para dar un saludo, un abrazo a los amigos, un hasta siempre a los compatriotas a todos aquellos compatriotas que deseen acompañarnos en ese momento», agregó.
A pesar de la negativa del político a convertir el acontecimiento en un homenaje a su figura, muchos de los seguidores de la página de Facebook que pedía a la ciudadanía asistir masivamente a la plaza Independencia de Montevideo reafirmaron su pretensión de acudir igualmente a presenciar el acontecimiento.
La misma se enmarca en un seminario internacional llamado «Izquierda y proyectos progresistas en la región: desafíos para seguir cambiando», organizado por la Fundación Líber Seregni, La Fundación Friedrich Ebert y el gobernante Frente Amplio.
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