Sin Robert Downey Jr., Iron Man sería cualquier otra cosa… menos Iron Man. Capitán América necesita mucho más del bueno de Chris Evans que de su propio escudo para abrirse camino entre tantos villanos. ¿Y qué hubiera sido de Natasha Romanova sin Scarlett Johansson? Si una y otra son la misma. ¡Es más! Si uno llegara cruzarse por la calle con Mark Ruffalo procuraría no molestarlo pidiéndole una selfie, a ver si se enoja y termina surgiendo Hulk… Porque cuando se trata de Avengers resulta imposible disociar a los personajes de sus intérpretes, como si en este aspecto los límites entre ficción y realidad realmente no existirían.
Pero antes de que cada una de estas estrellas se pusiera el traje de superhéroe en la saga más exitosa -que por estas horas estrena Avengers: Endgame-, Marvel evaluó otras posibilidades que, por distintos motivos, no llegaron a concretarse. Sam Rockwell fue Justin Hammer en Iron Man 2, y casi como un reconocimiento: antes de que Downey Jr. se convirtiera en el Hombre de Hierro se había barajado en su lugar el nombre del protagonista de Moon. No fue así, y Rockwell (ganador del Oscar por Tres anuncios por un crimen)quedó a un pasito de ser Tony Stark al igual que un tal… ¡Tom Cruise! Así lo indicaron los rumores que fueron desmentidos por el propio protagonista de Misión Imposible. «Me encanta Robert, y no puedo imaginarme a nadie más que a él en ese papel», elogió Cruise.
La británica Emily Blunt, aquella que fuera la odiosa asistente en The Devil Wears Prada (El Diablo viste a la moda), fue la elegida para ser la Viuda Negra. Pero desistió, argumentando problemas de agenda, ya que estaba filmando Gulliver junto a Jack Black. Pero hubo algo más. «Los papeles femeninos en las películas de superhéroes suelen ser desagradecidos: es la pobre novia mientras que los chicos van por ahí, salvando el mundo», declaró Emily, quizás sin notar que Scarlett también ha hecho lo suyo para colaborar con la paz mundial.
John Krasinksi, a quien tal vez conozcan de series como The Office, participó de la audición cuando los Vengadores buscaban al valiente que luciera con orgullo la estrella de Steve Rogers. Pero él mismo declinó la oferta, lo que también suena a aquel dicho popular: «No me voy porque me echan, sino porque quiero…». Según John, cuando tenía el traje puesto se cruzó con Chris Hemsworth vestido como Thor. Y cayó en la realidad: «Esto es estúpido -pensó-. No soy el Capitán América«. A Chris Evans, en cambio, le sobra espalda para cargar con semejante mochila.
¿Más declinaciones? Sí, claro. Jason Momoa (a quien le costó conseguir trabajo después de su papel de Khal Drogo en las primeras temporadas de Game of Thrones) iba a ser Drax El Destructor, pero terminó siendo Aquaman. Sí, se pasó de bando. ¿Y Ethan Hawke? Hubiera sido Doctor Strange, al igual que Joaquin Phoenix. Pero no, fue para Benedict Cumberbatch.
Lo cierto es que Robert Downey Jr. (quien promete que los últimos 8 minutos de Endgame son ¡los mejores de la saga!), Chris Evans, Scarlett Johansson y Mark Ruffalo, entre otros, son nuestros vengadores. Y a juzgar por el resultado, ¡lo bien que hicieron!
El tráiler de «Avenger, Endgame»
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