A Mickey Rourke se le recordaba como el galán de Cuatro semanas y media, pero su afición al boxeo y malas cirugías plásticas transformaron su rostro hasta el punto de dejarlo irreconocible.
En redes sociales circularon decenas de comentarios que mostraban la incredulidad de la gente acerca del nuevo aspecto del actor.
Pero su caso no ha sido el único en el mundo de la farándula en Estados Unidos, en donde varias celebridades han sufrido los estragos de las intervenciones estéticas.
De la actriz Melanie Griffith se comentaba desde hace años cómo su belleza natural iba desapareciendo paulatinamente debido a las intervenciones, pero en agosto del año pasado realmente lució irreconocible en una sesión fotográfica para la revista In Style.
Ni la nariz, ni los pómulos ni el grosor de sus labios eran los mismos. De no ser porque se le identificaba en la publicación habría sido difícil reconocerla mirando únicamente las fotos.
Melanie reveló después que fue diagnosticada con cáncer de piel y el padecimiento influyó en su nuevo aspecto.
Sobre Meg Ryan cayeron comentarios de incredulidad cuando apareció en la entrega de los premios Tony en 2016. La dulce rubia que conquistó a miles en Un ángel enamorado se veía muy distinta. Su rostro lució sin líneas de expresión, pero parecía que estaba inflamada. Por ningún lugar podían verse sus rasgos característicos.
Algo similar le pasó a Renée Zellweger cuando desfiló por la alfombra roja de un evento en Hollywood en octubre de 2014. Dicen que fue gracias a que los fotógrafos vieron a su novio que pudo saberse que la rubia frente a ellos era la estrella de Bridget Jones.
Sus mejillas regordetas y los párpados sufrieron lo peor. Al parecer, un lifting de ojos provocó la radical transformación de la que nunca quiso hablar abiertamente.
A Pamela Anderson las intervenciones estéticas también le cobraron factura. La ex conejita de Playboy fue otra de las famosas que, de pronto, lució un rostro libre de arrugas y las cejas más levantadas. Aunque no llegó al extremo de estar irreconocible, los cambios en su apariencia fueron evidentes y no se libró de las críticas o comentarios de sorpresa.
Donatella Versace nunca ha hablado abiertamente de sus cirugías estéticas, pero si se observa una fotografía de ella hace un par de décadas los cambios son evidentes. Labios gruesos, cero arrugas y pómulos prominentes son solo algunos de los aspectos que modificaron la imagen de la diseñadora italiana.
Los fórceps que los médicos emplearon durante el nacimiento de Sylvester Stallone dejaron secuelas en el rostro del famoso actor. Nervios estratégicos en el movimiento de uno de los costados de su cara fueron afectados y de ahí los problemas que tiene al hablar. Sin embargo, las cirugías estéticas también jugaron un papel en su actual aspecto.
Cuando filmaba Rocky perdió peso, lo que provocó que su rostro se colgara un poco y debió someterse a una intervención. Desde entonces son pocas sus fotos mostrando su perfil izquierdo.
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