A pesar de que varios sectores mexicanos se manifestaron en contra de la visita del dictador venezolano Nicolás Maduro a la toma de posesión del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, éste no solo asistió, sino que, según sus propias declaraciones, mantuvo una “extraordinaria conversación” con su par, AMLO, y aseguró que encontró el apoyo y el “amor” del pueblo de México, publicó Televisa, con información de la agencia de noticias EFE.
“Tuvimos una extraordinaria conversación”, señaló Maduro, sin ofrecer más detalles, sobre el encuentro de ambos en el Palacio Nacional de México, donde un grupo de personas abucheó el sábado al venezolano mientras elevaban pancartas con mensajes que lo acusaban de “asesino” y “traidor”.
Maduro llegó a la sede del Ejecutivo mexicano acompañado de su esposa, Cilia Flores, y ambos, antes de ingresar, saludaron a quienes les daban la bienvenida. En sus declaraciones aseguró que hubo una “campaña brutal” en “todos los medios de la derecha” para que no asistiera a la toma de posesión, pero que en las calles de Ciudad de México encontró respaldo.
“Me invitaron para un acto con todos los movimientos sindicales, un acto grande, (pero) no pude (ir), tenía que regresar a Venezuela”, añadió.
La presencia de Maduro en México causó gran disconformidad en ese país, y la tensión que desencadenó su invitación se pudo apreciar en el Congreso, cuando varios diputados desplegaron una pancarta que rezaba “Maduro, no eres bienvenido”, y corearon la palabra “dictador”, cuando el presidente mexicano lo mencionó en su primer discurso.
Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo en el planeta, atraviesa una severa crisis económica y política, que la oposición y parte de la comunidad internacional achacan a las políticas de Maduro. En la actualidad se estima que más de 2.5 millones de venezolanos han huido del país.
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