Maduro llegó ayer a Pekín en un viaje clave para el heredero de Hugo Chávez: Venezuela está en recesión, la inflación sigue desbocada y el precio del petróleo -la vital de recursos del país- se derrumbó en unos meses a una cotización inimaginable en los años de bonanza chavista.
Ayer, Maduro se reunió con los presidentes del de China y de la petrolera estatal CNPC, y hoy se encontrará con el mandatario chino, Xi Jinping, con la expectativa de sellar un crédito por varios miles de millones de dólares.
«Las necesidades de financiamiento de Venezuela son superiores a 20.000 millones de dólares este año», dijo el economista venezolano Asdrúbal Oliveros, de la consultora Ecoanalítica, para definir el panorama con el que Maduro fue a negociar a Pekín. Según el diario El Nuevo Herald, el préstamo podría alcanzar los 16.000 millones de dólares. Venezuela produce alrededor de tres millones de barriles diarios de crudo, de los cuales exporta 2,5 millones (principalmente a China y a Estados Unidos, sus mayores socios comerciales). Al igual que otros países exportadores de crudo, sufre la fuerte caída de precios del crudo en el mercado internacional.
En el caso de Venezuela, el desplome potencia los desarreglos que la economía ya padecía sobre la base del así llamado «socialismo del siglo XXI»: desabastecimiento, inflación, recesión y déficit fiscal.
«Ésta es una gira muy importante para enfrentar los nuevos proyectos en las circunstancias que tiene nuestro país, de merma de los ingresos producto de la caída estrepitosa de los precios del petróleo», dijo Maduro antes de partir. «Vamos a trabajar proyectos diversos de carácter económico, financiero, energético, tecnológico y educativo para el desarrollo integral», agregó, sin más precisiones.
Durante la era chavista, China le prestó cerca de 45.000 millones de dólares a Venezuela, que se comprometió a devolver en especie, es decir, con barriles de crudo. Según datos oficiales, Caracas ya canceló 24.000 millones del total recibido de los chinos y, de acuerdo con la petrolera estatal Pdvsa, China importa entre 300.000 y 600.000 barriles diarios de crudo venezolano.
La visita de Maduro, a invitación de Xi, devuelve la que el líder chino hizo a Caracas en julio pasado, cuando destacó que Venezuela se convirtió en uno de los destinos prioritarios para las inversiones chinas, donde los créditos de Pekín financiaron proyectos en petróleo, minería y electricidad.
El director para América latina y el Caribe de la cancillería china, Zhu Qingqiao, dijo ayer que su gobierno confía en que la visita «permita estrechar los lazos entre ambos países».
Las principales inversiones de China en Venezuela están en la Faja del Orinoco, rica en crudo pesado y en la que Pekín depositó miles de millones de dólares a través de una empresa conjunta con Pdvsa.
Oliveros advirtió, sin embargo, que «China se ha mantenido escéptica» a ampliar sus créditos «por el uso y la transparencia con que se manejan esos recursos, por el incumplimiento venezolano en los despachos de crudo y por la falta de un plan estructurado de ajuste económico, claramente necesario en la coyuntura actual».
En su gira, que comenzó en Rusia, Maduro también se reunirá con representantes de países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Venezuela forma parte. El presidente pretende un recorte de producción del crudo global que incida en el precio del barril.
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