Un tanto de Junior Lago apenas en el minuto 7 fue la ventaja que necesitó el Mallorca para amargar al Madrid. La intensidad del Mallorca con la que salió en los primeros minutos fue un vendaval que la defensa merengue no controló.
Pero más allá de la ventaja en el marcador, los locales fueron superiores en todo sentido. Tuvieron claro desde el pitazo lo que debían hacer para sumar puntos y lo ejecutaron a la perfección. Por su parte, los blancos salieron perdidos y convirtieron su ataque en algo predecible.
Las ofensivas del Real Madrid se redujeron a centros desde la banda izquierda. Solo de los pies de Marcelo llegaban intentos, porque ni los centrocampistas o los atacantes del lado derecho generaron. Isco, quien recibió el chance de ser titular, fue el peor con la falta de ritmo e imprecisión en los pases.
En la segunda parte, y con la necesidad, el Madrid mejoró. Aunque no lo suficiente, porque siguieron lanzando centros que no conectaron con los delanteros y que no inquietaron a los rivales.
La pelota terminó bajo el dominio blanco, sin embargo, con poca creativa para hacer algo. Vinicius Jr. agregó velocidad y vértigo, pero sus problemas para definir son cada vez más notorios.
Zidane intentó mover fichas y realizó movimientos en el esquema. Ingresó Rodrygo, Valverde y Brahim Díaz, no obstante, fue poco lo que hicieron. En definitiva la victoria quedó en manos de Mallorca y le dio una mano al Barcelona.
