La Policía Federal mexicana reforzó la seguridad en Tijuana y estableció un cerco de aproximadamente 500 elementos que rodean el principal albergue de migrantes centroamericanos en esa ciudad fronteriza.
Luego de los disturbios del pasado domingo, cuando un grupo de migrantes rompió la seguridad federal mexicana para intentar cruzar hacia Estado Unidos, la Secretaría de Gobernación ordenó el traslado de más elementos federales, que desde este lunes comenzaron a llegar a Tijuana, ciudad que comparte frontera con San Diego.
El comisionado de la Policía Federal, Manelich Castilla, afirmó que la presencia adicional «es parte de las instrucciones precisas» que dio el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete.
«No al desorden, no podemos permitir actos que pongan en riesgo a terceros ni actos que violenten la normatividad de esa manera y se se va a actuar contra quien así lo haga«, advirtió el funcionario federal.
Los agentes llegaron en al menos una decena de autobuses con capacidad para unos 50 pasajeros cada uno y fueron desplegados con equipo antimotines en el perímetro de la unidad deportiva «Benito Juárez», donde hasta la noche del domingo había 5.632 migrantes albergados, de acuerdo con el reporte de la agencia Efe.
Respecto del número preciso de agentes que han llegado a Tijuana desde el pasado domingo, Castilla dijo que por el momento es un dato que se mantendrá en reserva, «pero podemos hablar de que hay un reforzamiento importante».
Luego de un recorrido por la zona del albergue y acompañado de la prensa, el funcionario federal afirmó que la presencia de la Policía Federal no significa «restricción» para el libre tránsito y que su propósito es «salvaguardar los derechos humanos de los migrantes».
Pero también advirtió que «bajo ninguna circunstancia» se justificará «el quebrantamiento del orden y de eso trata esta etapa».
También dijo que buscan inhibir a los migrantes que están llamando a romper el orden.
«Hay personas que no necesariamente salieron de aquí (del albergue), sino que llevan ya mucho tiempo en la ciudad y aprovecharon esa coyuntura para, por diferentes lugares, intentar un cruce«, afirmó.
A su vez, el presidente Enrique Peña Nieto agradeció las labores de la Policía Federal en Tijuana.
«Cuando tenemos necesidades y coyunturas que enfrentar en diferentes momentos, como la que hoy tenemos en el norte del país con la caravana, allí está la Policía Federal», dijo Peña Nieto.
La Policía Federal les informa que hay a su disposición transporte a Tapachula, en el estado de Chiapas (frontera con Guatemala), donde son atendidos en un albergue y posteriormente transportados a sus países.
«Me voy porque veo la situación cada día más difícil. No tengo dinero ni quién me ayude de allá para gastar en mi alimentación. Cada día más inmigrantes vienen entrando y esto se va a convertir en un caos para mí», dijo a Efe el hondureño Heriberto Jiménez.
Los centroamericanos recurren cada vez más a esta opción en vista del refuerzo de la seguridad y de las cotidianas advertencias del presidente Donald Trump, quien hoy instó a México a enviar de vuelta a sus países «por cualquier medio necesario» a los migrantes que tratan de acceder a Estados Unidos.
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