Fue el día de Daniel Ortega y sus seguidores. Amparados por el férreo control de las calles que ejercen la policía y los grupos paramilitares, celebraron el 39º aniversario de la Revolución sandinista. Pero no pudieron espantar el ambiente sombrío, la zozobra que embarga al país. De ahí que cancelaran la vigilia que suele preceder a la jornada festiva.
«Se queda. Mi comandante se queda. El pueblo está con él. Toda Nicaragua está con él», recitaba el estribillo de una canción que ha sonado de manera repetitiva en Radio Sandino. «Seguimos en camino de la victoria, reafirmamos el liderazgo del comandante Daniel y la compañera Rosario. Queremos seguir construyendo una nueva Nicaragua y, aunque se vio interrumpido por estos enemigos de la nación, se reafirma que el Frente Sandinista sigue adelante. Somos millones», declaraba a la misma emisora un dirigente del FSLN del departamento de Matagalpa, desde el punto de reunión de las huestes orteguistas en dicha ciudad, capital del departamento homónimo.
«Los golpistas no podrán pasar nunca. El pueblo ya despertó. La marea roja y negra se ve en todo el país, el mundo la va a poder apreciar. El comandante se queda porque se queda», agregaba otro simpatizante del régimen. El Comisionado de Policía, Manuel Avellán, por su parte, había asegurado que van «a limpiar el departamento de Masaya y todo el territorio nacional al costo que sea».
La otra cara de la moneda la encarnaba Radio Corporación. «Celebraremos el 19 de abril porque fue el despertar de este pueblo y es nuestro reconocimiento a esos muchachos muertos. Ya no el 19 de julio, día de luto nacional. Sólo vemos las turbas paramilitares que apoyan una dictadura y no tienen el respaldo del pueblo».
La oposición, en todo caso, tenía la intención de quedarse en las casas. «Las protestas contra el régimen siguen, pero para evitar confrontaciones y provocaciones, preferimos que no haya concentraciones«, le dijo a este diario una fuente de los ‘autoconvocados’. Denunció, así mismo, que continúan las detenciones ilegales. «Llegan a las casas y sacan a la gente que han venido manifestándose o colaborando en las manifestaciones. Se los llevan, los detienen ilegalmente bajo la acusación de terrorista y no se sabe después cuál es su paradero. La Comisión Nicaragüense de Derechos Humanos hace seguimiento de lo que está pasando».
Entre los arrestos arbitrarios, el de Irlanda Jerez en una calle de Managua causó gran conmoción. Joven dirigente del movimiento ‘Autoconvocado’ de los comerciantes del Mercado Oriental, el mayor de Nicaragua, es uno de los rostros más reconocidos. En junio llamó a la «desobediencia civil» en señal de protesta. Según Unidad Nacional Azul y Blanco y recoge el diario La Nación, la detuvo un grupo de policías, algunos encapuchados, junto a otras personas que la acompañaban y les condujeron al penal El Chipote, donde funciona la dirección de Auxilio Judicial.
Por su parte la Iglesia Católica, otra víctima de la represión, ha convocado este viernes «un ayuno en desagravio por las profanaciones de los últimos meses contra Dios».