La Cumbre de las Américas, a la que acudirán los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, es una oportunidad para el diálogo pese a enormes diferencias ideológicas, así lo manifestó la canciller, Isabel De Saint Malo.
«Tenemos una región donde efectivamente hay más diferencias (ideológicas) que hace 20 años, pero eso lo único que nos ofrece es la oportunidad de trabajar juntos para ponernos encima de esas diferencias», dijo De Saint Malo sobre la VII Cumbre de las Américas que se celebrará el 10 y 11 de abril en el país.
De Saint Malo, comentó durante un recorrido por el centro de convenciones Atlapa, sede de la Cumbre, que la cita debe «buscar los puntos en común y encontrar las coincidencias porque es en esas coincidencias donde está la realidad de los ciudadanos».
La mayor expectativa de la Cumbre es la posible participación y reunión entre los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Cuba, Raúl Castro, después del acercamiento entre sus países tras más de medio siglo de hostilidad.
La presencia del presidente venezolano Nicolás Maduro también es motivo de atención regional, luego de que Estados Unidos emitió un decreto que califica a Venezuela como una «amenaza extraordinaria e inusual».
«Las diferencias de opiniones son parte de la democracia y el diálogo es la herramienta para enfrentar esas diferencias», dijo De Saint Malo, según la cual la Cumbre posibilitará la unión del continente frente a problemas comunes como desigualdad, migración o seguridad.
También está previsto que disidentes cubanos y opositores venezolanos participen en un foro sobre sociedad civil auspiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA) para debatir sobre democracia y derechos humanos.
Durante la Cumbre, a la que el gobierno espera que acudan 35 mandatarios de la región, se tratarán asuntos relacionados con el crecimiento económico y la equidad en América, el continente más desigual del mundo.
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