El comandante del distrito de Wentworth, Dion Boyd, incluso predijo que el oficial de 28 años hubiera ganado promociones dentro de los rangos del departamento, según Chicago Tribune.Estaba tan impresionado, contó al medio, que consideraba incluirlo en su equipo táctico, aun cuando Jiménez no cumplía con los años de experiencia.
«Tomé nota de que… él se involucraba con todos los ciudadanos. Tenga en cuenta que este es un oficial que, cuando llegué, solo tenía 14 o 15 meses en el trabajo. Y él estaba haciendo un excelente trabajo. Así que miré su historial. … Lo quería en el equipo táctico«, detalló Boyd.
Ahora, tanto compañeros de trabajo como familiares lidian con una nueva realidad, luego que el joven, de padres puertorriqueños y el menor de nueve hermanos, murió el pasado lunes a consecuencia de un hombre que abrió fuego en un hospital al sur de Chicago.
“Hoy, lloramos al oficial de policía de Chicago Samuel Jiménez. Sus acciones heroicas salvaron innumerables vidas. Corrió hacia el peligro. Corrió hacia esos tiros. Corrió en el fuego. Desinteresadamente. Samuel Jiménez: el altruismo personificado”, lee una publicación de la Policía de Chicago en Facebook, acompañada de una foto del boricua.
Jiménez era padre de tres niños y en diciembre cumpliría el primer aniversario de casado con su esposa Crystal García, también de 28 años, a quien conoció en la escuela superior, según Chicago Sun Times.
Aunque García no ha querido hablar con los medios, sus publicaciones de Facebook dan una idea de su relación con Jiménez. “No sé quién soy…sin ti”, es el texto que acompaña una de las últimas fotos que compartió de ella y su esposo en la red social.
Su hermano, Antonio, contó a Chicago Sun Times, que Jiménez “siempre dijo que quería ser bombero o policía. Él quería poder salvar vidas y hacer algo que sus hijos pudieran admirar”.
El comandante y personasque conocieron a Jiménez resaltaron su conexión con la comunidad, su diligencia y sentido de responsabilidad. Lo describen como un hombre que se preocupaba por conocer a los ciudadanos, los respetaba y hacía lo posible por ayudarlos.
«Él respondía desde su corazón, no su cabeza», dijo, por su parte Leonard McGee, quien conoció a Jiménez durante reuniones de policías en el distrito. «Entraba y era como si dijera: ‘Oye, soy como tú. Soy una persona. Soy humano. Me preocupo por ti y me preocupo por las personas de la comunidad’», agregó.
Jiménez se unió al Departamento de la Policía en febrero del 2017, según el Chicago Tribune. En sus casi dos años como oficial recibió dos menciones de honor.
Jimenéz fue una de las tres víctimas del tiroteo en Mercy Hospital a manos de Juan López, quien se disparó a sí mismo tras un intercambio de disparos con la Policía. Entre las víctimas también estaba una doctora del centro médico y una asistente farmacéutica.