Juan Guaidó intenta pedalear la crisis que dejó una fallida operación militar contra el Gobierno de Nicolás Maduro. La llamada Operación Gedeón, coordinada por la empresa de contratistas estadounidenses Silvercorp, fue al traste la semana pasada. Este lunes, dos miembros del equipo del jefe del Parlamento que reconocieron haber firmado un contrato en el que se les vincula con los planes, renunciaron a sus cargos. Se trata del estratega político Juan José Rendón y el diputado Sergio Vergara, de su círculo más cercano.
En una nota de prensa se señala que Guaidó aceptó la renuncia de ambos funcionarios y “agradeció su dedicación y el compromiso con Venezuela”. El disparatado plan encalló cuando un grupo de exmilitares venezolanos con dos agentes estadounidenses contratados por Silvercorp intentaron ingresar al país en lanchas por las costas del litoral central, en las playas de Macuto y Chuao. Del grupo, ocho fueron abatidos. Otros 45 hombres han sido detenidos en la última semana por supuestamente estar vinculados a la incursión entre ellos los exboinas verdes estadounidenses Luke Denman y Airan Berry; Adolfo Baduel, hijo del general y preso político Raúl Baduel y el sobrino (las autoridades no han revelado el nombre) del ex militar desertor Clíver Alcalá Cordones, quien había impulsado la operación desde Colombia antes de entregarse a la justicia de Estados Unidos donde enfrenta cargos por narcotráfico.
En su carta de renuncia, Vergara rechaza los hechos ocurridos y asegura que ni él ni los miembros de la comisión tenían conocimiento de la Operación Gedeón. “De forma malintencionada, documentos exploratorios han sido utilizados para tratar de establecer vínculos del Gobierno legítimo con la empresa que organizó tales eventos con los cuales sorprendieron a jóvenes patriotas en una cobarde emboscada para detenerlos y asesinarlos”.
Rendón ha dado varias entrevistas en las que ha desmarcado del plan a Guaidó, aunque ha asegurado que en su rol de estratega tenía la obligación de diseñar escenarios y plantear todas opciones para lograr la dimisión de Maduro que estuvieran “sobre y debajo de la mesa”. Como Vergara, ha dicho que el contrato que firmó con Silvercorp correspondía a una exploración y que desde noviembre pasado cortaron comunicaciones con la empresa pues el plan había sido desestimado. Para compensar los gastos operativos del contratista reconoció haberle pagado 50.000 dólares de su bolsillo pues, aseguró, tenía un cargo ad honorem dentro del equipo de Guaidó del que formaba parte desde finales de agosto.
“Jamas estuvo en el interés de la comisión ni de ninguno de sus miembros participar en actividades violentas y mucho menos ilegales o vinculadas con personajes reclamados por la justicia y con cuentas pendientes en varios países”, dice en una comunicación de cuatro páginas donde informa su dimisión.
La Fiscalía venezolana, aliada de Maduro, ha pedido la extradición de Rendón, Vergara e incluso de Jordan Goudreau el contratista militar, representante de Silvercorp, que diseñó el plan. Se les imputan supuestos delitos de tráfico ilícito de armas de guerra, terrorismo, conspiración y asociación para delinquir.
El viernes pasado, el líder de la oposición publicó un vídeo en respuesta a los incidentes ocurridos cinco días antes. Calificó lo ocurrido de montaje, falso positivo, show sangriento y operación infiltrada por el régimen de Maduro, pero no explicó cual fue el papel que tuvieron Rendón y Vergara en el plan. “Para liberar a Venezuela no necesitamos mercenarios extranjeros, porque existe suficiente apoyo internacional y suficientes militares y policías dentro y fuera de Venezuela dispuestos a sumarse a la causa”, aseguró Guaidó.
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