Cristiano Ronaldo saltó al campo de juego del Santiago Bernabéu para disputar la revancha ante Atlético de Madrid por los octavos de la Copa del Rey y, tras levantar su trofeo, la grada desplegó una pancarta gigante con su imagen.
Al mismo tiempo, el resto de los espectadores lucían cartulinas doradas en cada asiento para homenajear al Balón de Oro.
Luego llegó el turno de los aplausos para el colombiano James Rodríguez, ganador del Premio Puskas al mejor gol de 2014, y los reconocimientos a Toni Kroos y Sergio Ramos por quedar en el once ideal de la FIFA.
A la hora del juego, el gran protagonista fue el «Niño» Fernando Torres, autor de dos goles claves en la eliminatoria para llegar a cuartos de final, pese a los goles de Sergio Ramos y CR7.
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