El rey ha caído. Los Buccaneers se han quedado sin oportunidad de revalidarse como campeones de la NFL. Tom Brady cerrará una temporada en blanco, algo incompatible para el siete veces ganador del Super Bowl. En unos agitados playoffs, los de Tampa Bay arañaron una hazaña, de esas que han edificado la historia del fútbol americano, pero fueron vencidos en los últimos tres segundos con un gol de campo de Los Ángeles Rams.
En el medio tiempo, los Bucs perdían 20-3 frente a Los Ángeles Rams. Brady, de 44 años, lo tomó con calma. Ese tipo de juegos, con la adversidad como lema, son lo suyo. En el último cuarto la pizarra aún le era desfavorable con un 27-13. Pero la suerte le abrió paso con errores de la ofensiva de los Rams y el brazo de Brady encontró las jugadas precisas para empatarlo 27-27: un touchdown de Mike Evans, luego un balón suelto que perdieron los Rams y otra anotación de Fournette. Todo apuntaba para ser otra tarde de ensueño para Tampa, pero con 42 segundos en el cronómetro el quarterback Matthew Stafford logró acercar a los suyos sobre el campo hasta alcanzar la zona del gol de campo. Ahí Matt Gay concretó la patada para dejar todo 30-27 y también se desquitó de un fallido intento que pudo adelantar el triunfo del equipo de California. Ahora la sombra del retiro planea, como cada año, sobre Brady. De acuerdo con ESPN, el legendario jugador se tomará unas semanas para meditar sobre si jugará o no la siguiente temporada.
Por otra parte, tres de los cuatro juegos de los playoffs se han definido con un gol de campo y en los últimos segundos. Uno de los equipos sorpresa, no tanto por rendimiento sino por sus vitrinas vacías, es Cincinnati Bengals. El conjunto sacó del camino a los Tennessee Titans (19-16) con una patada en los últimos segundos. El jugador a seguir es el mariscal de campo, Joe Burrow, de 25 años. Los Bengals tenían 31 años sin llegar a la postemporada, han perdido dos veces el Super Bowl en 1982 y 1989 frente a San Francisco.
En la otra llave, dos de los mejores lanzadores se volvieron a enfrentar. Aaron Rodgers, a los mandos de Green Bay, volvió a perder en estas instancias frente a San Francisco, la franquicia que le rechazó en el proceso de selección de jugadores, el draft. En medio de una nevada, los 49ers de Jimmy Garoppolo se sobrepusieron pese ir abajo en el marcador en el medio tiempo por 7-0. El cierre del juego estuvo a cargo de una patada de Robbie Gould de 45 yardas (13-10).
El juego que fue un frenesí por el balón ovalado fue el Buffalo Bills contra los Kansas City Chiefs. Un partido sumamente parejo en el que se exhibieron los mariscales de campo: Josh Allen y Patrick Mahomes. Ambos mostraron, pase a pase, que son el presente y futuro de la NFL. Si Allen tenía como socio ideal a Gabriel Davis, Mahomes tenía a Tyreek Hill, una flecha sobre el césped. El juego terminó 37-37 en el tiempo regular, con Kansas City encomendándose a su pateador, Harrison Butker para encontrar el empate. En el overtime, la prórroga, el líder de los Chiefs encontró a Travis Kelce en la esquina del campo para concretar el touchdown del triunfo (42-36). Buffalo ha encontrado en Josh Allen un revulsivo a su historia en los últimos años y tocan, temporada a temporada, las puertas de volver a jugar un Super Bowl, partido que han perdido cuatro veces de forma consecutiva (1991, 1992, 1993 y 1994).
El Super Bowl se jugará el 13 de febrero en el SoFi Stadium en Los Ángeles, ciudad donde se disputó la primera edición del gran partido y del mayor espectáculo deportivo de Estados Unidos en 1967. Con la derrota de Los Buccaneers de este domingo, el trono de Tom Brady queda vacante.
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