El técnico de Celta de Vigo puso a un equipo para presionar muy arriba, con tres centrales y buscarle la yugular a los azulgrana. Y ante las dudas, el Barcelona estuvo unos cuantos minutos en el inicio del partido a merced del rival que, aunque no tenía ocasiones de gol, empezó jugando muchos minutos en el campo contrario.
El balón no corría, el fútbol no fluía y solo algún destello de Lionel Messi animaba a los espectadores. Todo cambió en una jugada del dominicano Junior Firpo, que recuperó un balón tras una acción reclamada como falta de Arthur por parte de los gallegos. Junior centró y Aidoo despejó el balón con la mano. El penalti lo transformó Messi a los ’23.
De ahí, Pape Cheikh recuperó un balón, Messi intentó frenarlo, pero el árbitro señaló una falta protestada cerca de la frontal del área. El magnífico lanzamiento del central uruguayo Lucas Olaza superó la barrera y sorprendió a Ter Stegen al minuto 42.
Pero justo en la última acción del primer tiempo, una falta sobre Arthur permitió a Lionel Messi poner el 2-1, tras otro magnífico lanzamiento directo. Y el segundo tiempo empezó como acabó el primero, con un gol de la ‘Pulga’ para decidir el partido.
El argentino, en el 48, puso el 3-1 y prácticamente cerró el partido frente a un rival sin respuestas. Pese a la goleada, que culminó Sergio Busquets en el minuto 85, el Barcelona no mostró mucha mejoría en su juego, pero recupera el liderato y Lionel Messi, por 45 ocasión en su carrera, volvió a llevarse el balón a casa.
