La ciudad amaneció en silencio por los cuatro niños asesinados la noche del lunes por Wayne Lindsey Jr. de 35 años. El atacante, que estaba atrincherado en un apartamento con los menores desde el domingo por la noche, se suicidó después matar a los pequeños. Aún no se sabe cómo los liquidó. El trágico desenlace del caso de violencia doméstica se conoce en el segundo aniversario de la matanza perpetrada en la discoteca gay Pulse, donde un simpatizante yihadista acabó con la vida de 49 personas.
La novia de Lindsey Jr. llamó a la policía el domingo por la noche para denunciar que su pareja la había agredido. Cuando llegaron los agentes para abordar lo que consideraron un caso de violencia doméstica, el atacante abrió fuego contra un policía y se atrincheró en el piso con los cuatro niños: dos de él y dos de su novia, según informa Orlando Sentinel. Las edades de los pequeños eran uno, seis, diez y once años. La mujer logró escapar y el complejo de viviendas fue desalojado. La policía habló al menos cinco veces con el sospechoso para tratar de resolver la situación de manera pacífica y llegaron a haber hasta 60 agentes. La negociación duró más de 21 horas.
Lindsey Jr. tenía antecedentes penales por incendio premeditado y violencia doméstica y había ingresado en la cárcel del condado de Volusia, en el norte de Florida, varias veces desde 2004. Los intentos de la policía de entenderse con el sospechoso se acabaron cuando un agente se percató de que había un niño muerto en el suelo del apartamento. Las autoridades decidieron iniciar un operativo de rescate. Pero cuando ingresaron a la vivienda, ya estaban todos los cuerpos sin vida. El atacante aparentemente se suicidó dentro de un armario después de asesinar a los menores.
«Hemos trabajado duro para que esta situación terminase pacíficamente. Desafortunadamente, ha tenido un final trágico y triste», dijo John Mina, jefe de la Policía de Orlando. Mina pidió a la gente rezar por el agente Kevin Valencia, quien sufrió heridas de «mucha importancia» al ser tiroteado por Lindsey Jr. El policía permanece en estado crítico en el Centro Médico Regional de la ciudad, donde fue operado del disparo que recibió en el rostro.
Con este trágico suceso, Orlando vive conmocionada el segundo aniversario de la matanza de la discoteca Pulse. Los ciudadanos recuerdan a las 49 vidas que se llevó por delante el guardia de seguridad de origen afgano, Omar Mateen, quien juró lealtad al Estado Islámico antes de caer muerto por los disparos de la policía
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