Luego de compartir horas de esparcimiento y diversión en una discoteca del centro de Buenos Aires, Rodolfo Hernández Manzulli de 23 años de edad, salió del local en compañía de su hermano mayor y una prima. Jamás imaginó que la muerte lo esperaba a las afueras del establecimiento, relató Érika Manzulli, tía del joven.
“A eso de las 4:00 a.m. la discoteca cerró y empezó a desalojar a los clientes, entre ellos mis tres sobrinos, Rodolfo, Freddy y Yelitze. A Rodolfo, le pusieron el trago en un vaso plástico. En ese momento se le acercó otro joven venezolano que se encontraba en la discoteca, y le dijo que el trago era de él. Mi sobrino (Rodolfo) le dijo que no y el cuento aparentemente quedó ahí, pero a la salida los esperaron para darles golpes los mismos venezolanos. Tenían acento de ser caraqueños”, relató.
Cuando Yelitze, que se había quedado dentro del local llamando un taxi, salió a la calle se percató de la golpiza que le propinaban a sus primos. Poco pudo hacer porque Rodolfo ya estaba tirado en el suelo y su cabeza completamente ensangrentada.
“La ambulancia se demoró una hora en auxiliar a mi sobrino, que luego de la golpiza quedó con vida. Nadie los ayudó, ni siquiera la gente de seguridad del local nocturno intervino para evitar la pelea. Eran como 12 hombres para mis dos sobrinos solos. Todo por un trago”.
El joven tachirense tenía dos años de estar residenciado en la capital argentina, lugar al que viajó movido por la situación económica, política y social que atraviesa el país, dejando sus estudios de ingeniería en la Universidad Experimental del Táchira (UNET). En Argentina trabajaba en una panadería.
“Rodolfo y su hermano Freddy, hace dos meses reunieron un dinero y le enviaron el pasaje a la mamá para que pasará una buena temporada con ellos. Allí se quedaría hasta el mes de febrero”, comentó Erika Manzulli.
El cuerpo del joven venezolano no ha sido entregado aún por las autoridades argentinas que se encuentran completando trámites legales. Sin embargo, el mismo no podrá ser repatriado a Venezuela por el momento, debido a las condiciones en que fue asesinado y las investigaciones que se hacen del caso.
“La policía (argentina) nos ha colaborado mucho. Las investigaciones van adelantadas y ya fueron identificadas las personas que actuaron en contra de mis sobrinos, gracias al apoyo de los videos del local nocturno. Lo que nos da más tristeza es que quienes los atacaron fueron hermanos venezolanos”.
Los familiares de los jóvenes piden justicia y que se aclaren el hecho que acabo con la muerte de Rodolfo Hernández.
“Queremos que todo salga a la luz. No es justo que un muchacho que salió del país ilusionado y buscando una mejor vida, termine así. Mi sobrino era muy tranquilo y ayudaba a su mamá con el poco dinero que le enviaba. Mi hermana está destrozada de tristeza y me ha dicho que no regresará a Venezuela hasta que pueda traerse al menos las cenizas de Rodolfito”, detalló en medio del llanto la tía del joven.
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