Las posibilidades de que Venezuela pueda superar los complejos problemas económicos que enfrenta se diluyeron la víspera tras el mensaje anual que ofreció Maduro al país en el que dejó muchos cabos sueltos sobre las nuevas medidas y hasta recurrió al poder divino para hallar soluciones, lo que resumió en la frase “Dios proveerá”.
El gobernante anunció el miércoles la creación de un tercer mercado cambiario que operará en mercado bursátil, un aumento de 15% del salario mínimo y un conjunto de millonarias inversiones en el área social y de infraestructura, pero no informó sobre asuntos clave como las tasas de cambio a las que operarán dos de los tres mercados y las fuentes de financiación que se emplearán para cubrir los nuevos gastos y el déficit fiscal generado por caída del precio del petróleo.
Empresarios y opositores exigieron el jueves al gobierno aclarar las nuevas medidas en materia cambiaria y fiscal y cesar la confrontación con los sectores adversos.
El presidente de la mayor cámara de empresarios del país, Jorge Roig, instó al gobierno a definir las nuevas medidas y afirmó en su cuenta de Twitter que “mientras se siga atacando a la empresa privada no habrá producción y como consecuencia habrá colas”.
Ronald Balza, profesor de Economía e investigador de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, dijo que la decisión de Maduro de mantener el gasto expansivo y los estrictos controles de precios y cambio, vigentes desde 2003, complicará la crisis.
“Si vamos como vamos no podemos esperar sino una caída (de la economía), más inflación y más escasez”, dijo Balza a The Associated Press en entrevista telefónica. Sostuvo que las nuevas medidas en materia cambiaria, salarial y de inversiones “no resuelven nada”.
El Fondo Monetario Internacional dijo la víspera que Venezuela podría registrar este año una contracción de 7% de su economía.
Algunos analistas y bancos de inversión han proyectado que, de no imponerse cambios económicos profundos este año, la inflación podría superar el 100%, lo que aumentaría la pobreza y las presiones sociales.
Venezuela enfrenta una crisis económica con una inflación desbordada, que cerró el año pasado por encima del 64%, escasez de alimentos y productos básicos y una recesión económica de 2,8%. AP
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